Minando Bitcoin en la península de Yucatán. Parte I: Implementación
En la profundidad de la selva maya (o tal vez a 20 minutos del centro de Mérida, Yucatán), un equipo multidisciplinario de matemáticos de la UNAM e ingenieros del IPN tuvo una visión: minar bitcoin utilizando paneles solares y baterías conseguidas en un remate en la construcción de una fábrica a las afueras de Mérida. El objetivo: Combinar tecnología antigua con la nueva, respetando la biodiversidad y generando ingresos sostenibles.
El primer reto fue la configuración de los paneles solares. Aunque Mérida recibe sol la mayor parte del año, las tormentas tropicales ocasionales y las variaciones en la intensidad solar presentaban problemas. El equipo tuvo que desarrollar un sistema para almacenar energía durante los días soleados y utilizarla durante las noches o días nublados. Alejandro, un joven ingeniero especializado en baterías, se unió al proyecto y diseñó un sistema de almacenamiento eficiente que permitiría operar las máquinas de minería 24/7.
Sin embargo, el verdadero desafío estaba por venir. El calor producido por las máquinas de minería, combinado con las altas temperaturas de Mérida, hacía que el equipo se sobrecalentara rápidamente. El enfriamiento se convirtió en una pesadilla. Los sistemas tradicionales de aire acondicionado consumían mucha energía, reduciendo la eficiencia del proyecto. Además, la humedad del ambiente complicaba aún más la situación, ya que los componentes electrónicos son sensibles a la condensación.
La solución vino de la mano de Rafael, un ingeniero mecánico con experiencia en sistemas de refrigeración. Propuso un sistema híbrido que combinaba la refrigeración líquida con un sistema de ventilación natural. Al utilizar un líquido refrigerante especial, se lograba disipar el calor de las máquinas rápidamente. Además, se diseñó un sistema de túneles subterráneos que aprovechaban la frescura del subsuelo para enfriar el aire que entraba al centro de minería.
El proyecto no fue fácil. Hubo momentos de desesperación y noches sin dormir. Sin embargo, la combinación de habilidades y la determinación del equipo los llevó al éxito. Al final, no solo lograron minar Bitcoin de manera sostenible, sino que su innovador sistema de enfriamiento atrajo la atención de otros mineros de todo el mundo. El sol yucateco, que en un principio parecía ser un obstáculo, se convirtió en su mayor aliado.